¿Qué es Actitud?

La definimos como la reacción mental y emocional con la que asumimos las diversas circunstancias a las que nos enfrentamos día a día.

Teniendo en cuenta su importancia en todos los aspectos de la vida, decidimos establecer un patrón que nos permitiera determinar diferentes comportamientos que pueden subsistir en los espacios laborales, su resultado nos arrojó las que llamamos...

Actitudes con Pronóstico Reservado

Estas surgieron a partir de un exhaustivo trabajo de campo realizado por un equipo interdiciplinario, aplicado a personas de varias compañía en diferentes ambientes laborales, evaluando sus comportamientos y actitudes.

Los resultados de las encuestas de diagnóstico realizadas, reflejaron un amplio número de actitudes que de no ser tratadas a tiempo pueden llegar a convertirse en obstáculos que impiden avanzar positivamente a nivel personal y profesional.

Por la metodología de trabajo Mejoremos Juntos, éstas están divididas en nueve que resumen las más importantes!!

A continuación su descripción...



Actitud de fácil propagación.  Esta hace que el contagiado se vea siempre como “Mal humorado”, o “Amargado” generando sentimientos de rechazo por parte de los demás.

La manifestación principal se determina por su actitud poco verbal, traducida casi siempre en ceño fruncido, arrugas prolongadas, incapacidad de sonreír y poca fluidez verbal excepto cuando se expresa con gruñidos.

   



Trastorno de la personalidad que permanece constante durante casi todo el día.  Este impide que quien la padece haga contacto visual con los demás, así sea simplemente para saludar. Por lo general el contagiado seguirá realizando sus labores sin dar importancia a su interlocutor. Una vez avanzada, esta actitud imposibilitará el dialogo con los demás, generando un clima de incertidumbre laboral y personal por la falta de comunicación.

   



Esta actitud afecta el comportamiento global de la persona, dándole o no prioridad al tiempo y tipo de respuesta, dependiendo de quien le solicite la información. Su sintomatología se caracteriza por excesiva demora, frecuentes respuestas negativas, olvido constante de todo y repetidas evasivas al asumir sus responsabilidades.

Ocasionalmente ésta actitud podrá coexistir con la “Amargo Dependencia “ y la “Maniaco Indiferencia”

   



Este tipo de comportamiento, afecta al sistema nervioso central causando daños en la motricidad corporal y en los lóbulos cerebrales, se manifiesta principalmente por la imposibilidad de ir más allá de lo que se le ha solicitado. La palabra “propositivo” no existe en su vocabulario, tiene poca adaptación a los procesos de cambio e incapacidad de planear.

Esta actitud puede ser intermitente durante el día.

   



Afección de personalidad relacionada con meridianos y paralelos. Esta hace casi imposible el cumplimiento de metas, horarios y compromisos. Quien la padece no posee un manejo efectivo del tiempo, ocasionando trastornos en los procesos laborales de su área y las cercanas.

Quienes deben laborar de cerca con personas que padecen esta actitud, manifiestan irritabilidad por no saber que esperar de ellos.

   



Conocida también como “EL SUPER YO”.

Si no es manejada de forma positiva, esta actitud puede generar en quien la padece excesiva preocupación por figurar. El afectado suele presumir ante las demás personas y en algunas ocasiones incluso intenta opacar el trabajo de otros con el fin de ganar méritos. Pero cuando las cosas no salen bien es el primero en hacer señalamientos y buscar culpables.

   



Quien la padece se caracteriza por la dificultad para manejar o compartir la información que llega a sus manos. Casi nunca la descarga o la distribuye, ya sea por querer hacer todo sin ayuda o por temor a ser reemplazado a futuro por alguien más.

Estas personas asumen perfectamente el juego del “teléfono roto” adoptando un papel protagónico de “indiferencia”, con lo cual causan trastornos graves por la continua desinformación.

   



Esta actitud caracteriza al afectado por su facilidad para convencer a los demás de que algo ya está hecho, cuando en realidad aun no existe o hasta ahora inicia su proceso de creación. Su falta de organización lo convierte en poco productivo, por su gran volumen de trabajo acumulado.

Para estas personas, existen serias dificultades para vivir “El aquí y el ahora”.

   



Quienes padecen esta actitud son denominados esquezofrénicos o fuequeros.

Desarrollan extraordinarias habilidades con el manejo de la frases “Es que” o “Fue que” con grandes argumentos que superan al mejor guión de ciencia ficción.

Su constante búsqueda de excusas para todo, les dificulta asumir sus propios actos y hace que los demás pierdan credibilidad en ellos.

   
 
Inicio - Filosofía -Conferencias - Seminarios - Escuela de Padres - Galería - Testimonios - Eventos - Blog - Contácto